La terapia familiar puede ayudar a mejorar las relaciones conflictivas en la pareja, con los hijos y otros miembros de la familia. Se enfoca en determinados temas como los problemas matrimoniales o económicos, los conflictos entre padres e hijos, o la repercusión del abuso de sustancias o una enfermedad mental en toda la familia
La terapia familiar puede ser útil en cualquier contexto familiar que provoque estrés, dolor, ira o conflicto. Puede ayudar a los miembros de la familia a comprenderse mejor y a aprender a hacer frente a desafíos o situaciones para acercarse unos a otros.