¿Qué es el duelo anticipado?. El duelo anticipado supone sufrir por una pérdida inevitable que aún no ha sucedido. Parece útil, pues impulsa a trabajar con una actitud activa. Pero cuando la pérdida es segura ¿qué sentido tiene sufrir antes de tiempo? El duelo anticipado no es un estado, sino una tarea y un proceso que requiere acompañamiento. El duelo anticipado puede ayudar a reconocer la realidad de la pérdida de forma gradual, resolver temas pendientes, dar valor al presente, descubrir lo esencial, prepararse para la pérdida y expresar emociones.

La experiencia de sufrimiento empieza mucho antes de lo que es la muerte del ser querido. Es un proceso de desapego emocional, pero no queremos desapegarnos de aquellos a los que amamos. Por ello, el duelo anticipado supone siempre una percepción de amenaza, aunque esta puede ser consciente o no. No sólo hay duelo anticipado por la muerte cercana, sino ante cualquier pérdida anunciada; sin embargo, nos centraremos en la pérdida relacionada con el proceso de morir.

Así, el duelo anticipado puede ayudar a:

1. Reconocer la realidad de la pérdida de forma gradual. Aunque hay que tener cuidado de que no lleve a una negación del pronóstico.

2. Resolver asuntos inacabados, temas pendientes, siempre aplazados y que la consciencia de que el final se aproxima supone el impulso necesario para abordarlos. Evidentemente esto supone saber que realmente se está muriendo y la persona puede no querer reconocerlo.

3. Cambiar aspectos de uno mismo, dar valor al presente, descubrir lo esencial, dar profundidad a la vida que aún queda por vivir.

4. Prepararse para la pérdida con un progresivo desapego emocional y la oportunidad de expresar las emociones, siempre que tenga algún ser querido próximo.

5. Planificar el futuro para el que queda, pues se puede ir organizando lo que tarde o temprano llegará. Ciertamente puede no querer pensar en el futuro sin el ser querido, lo que conduce a la ansiedad y la negación de los acompañantes, incapaces de aceptar la pérdida anunciada.

Pero el duelo anticipado también puede ser contraproducente si:

1. Provoca una preocupación exagerada. Se anticipa la pérdida antes de que ocurra, lo que genera una mayor ansiedad por la separación obligada, perdiendo el presente.

2. Aparece sintomatología depresiva. Una de las reacciones de ser consciente de la muerte cercana es tirar la toalla antes de tiempo, entrando en un círculo de decaimiento y depresión que impide disfrutar de la vida que aún se comparte.

3. Entorpece el cuidado. Ya que no se puede evitar la muerte próxima anunciada, se siente que ya no hay nada que hacer y se priva al paciente del cuidado de los síntomas y el soporte emocional, deseando que se acelere el final.

4. Existe riesgo de abandono del enfermo. Cuando se siente todo perdido no se sabe cómo actuar ni qué decir y tomar conciencia de que el final está próximo puede hacer alejarse a las personas que haría falta que estén cerca.

5. Produce una anestesia emocional en el cuidador. El duelo anticipado se convierte en un duelo completo, antes de tiempo.

Fases del duelo anticipatorio

1. Etapa de choque: Ante el pronóstico fatal se genera una actitud inicial de lucha, por el impacto que produce tomar conciencia del final de la propia vida. Se plantea la idea de cronificación como salida a algo que no se puede asumir.

2. Etapa de evitación/protección: La lucha puede aumentar el sufrimiento y retrasa la adaptación. Hay que tener en cuenta que, hoy en día, aproximadamente la mitad de los pacientes con cáncer reciben un ciclo de quimioterapia el mes antes del fallecimiento, lo que indica que la evitación no sólo es del paciente sino también de los médicos que pautan un tratamiento probablemente ya no indicado por no saber afrontar la evidencia del final de la vida. En esta etapa hay una mezcla sentimientos de ira, enfado, culpa, y es cuando se plantea la solicitud de eutanasia para huir del sufrimiento que puede venir.

3. Etapa de conexión: Las experiencias de sufrimiento y angustia se transforman progresivamente en vivencias de plenitud e integridad, a través de revisión de vida, búsqueda de sentido, despedidas, legados. Se establecen lo que se ha dado en llamar “conexiones sanadoras”:
4. a) con uno mismo o intrapersonal, por la satisfacción del valor de la vida vivida;
5. b) con los demás o interpersonal al sentirse querido y acompañado, resolviendo los conflictos y temas pendientes; y
6. c) con lo trascendente o relación transpersonal, alcanzando un estado de paz con Dios o la naturaleza.

El trabajo pendiente al final de la vida lleva a la capacidad de encontrar la paz, la percepción de sentido y a elegir la actitud más apropiada ante la adversidad que no se puede cambiar, como nos decía Frankl.

4. Etapa de trascendencia: En ocasiones hay un profundo bienestar e incluso expresiones de felicidad. Puede haber visiones en el delirium que resultan reconfortantes a la persona porque ayudan a tener menos miedo. No tenemos explicación para este tipo de experiencias, pero, independientemente de nuestras creencias, debemos acercarnos a ellas con un profundo respeto. Hay algunas personas que alcanzan la capacidad de abrirse a nuevos espacios vitales de encuentro con algo o alguien que nos supera y con lo que encontramos sentido. La vivencia de sufrimiento se reduce significativamente o incluso desaparece.

A su vez, si todo ello se conecta con la necesidad de encontrar una fuente última de sentido

Se pueden plantear una serie de propuestas para ayudar a encontrar un sentido a esta experiencia:

1. Cultivar la vida interior, silencio, reflexión.
2. Buscar espacios de encuentro genuino y amor para una comunicación más auténtica.
3. Máxima atención al momento presente.
4. Reflexionar sobre el sentido de la propia vida.
5. Cultivar valores creativos, experienciales y de actitud.
6. Buscar aspectos positivos.
7. Autotrascendencia: mirar más allá de nosotros mismos.
8. Cuidado de la vida espiritual o religiosa.
9. Aceptación de que la muerte es parte de la vida, nada es permanente.
10. Tomar conciencia que la anticipación de un duelo nos puede ayudar a prepararnos.

Referencia Bibliográfica

Asociación Viktor E. Frank (2019l. El Duelo: buscando sentido tras la pérdida. Sello editorial. Barcelona

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