Muchos de nosotros hemos conocido a algún animalito cuyo encanto ha llegado a lo más profundo de nuestro corazón y han pasado a convertirse en parte de nuestra familia poco tiempo después de hacer acto de presencia en nuestras vidas. ¡Es más! Numerosos estudios demuestran que las mascotas influyen positivamente en nuestro bienestar y salud y hacen referencia a que tienen efectos benéficos en el área terapéutica, fisiológica, psicológica y psicosocial.
Nos acompañan en tantos momentos… En excursiones y aventuras y en momentos de tranquila introspección. Sentimos el calor de su afecto y la profundidad de su lealtad, haciendo que los vínculos emocionales que tenemos con nuestros peludos sean tan fuertes y enriquecedores como los que podríamos llegar a tener con otra persona y, a veces, son siquiera comparables.
Cualquiera sea el motivo de su partida, ésta puede ser similar al fallecimiento de un familiar o amigo cercano y para más de alguno, puede representar la mayor pérdida que jamás hemos experimentado. Cuando nuestro compañero ya no está y ese lazo irrepetible que teníamos con él se rompe, podemos experimentar sentimientos de vacío, sentirnos tristes, depresivos o enfadados.
Reconocer la pérdida y los sentimientos que van con ella son una parte esencial de la curación. Las expresiones de dolor son la forma en la que atravesamos el dolor, hacia la aceptación y la resolución. Necesitamos la oportunidad de llorar, gritar o amenazar con los puños en alto si nos sentimos así; todas éstas son formas saludables de catarsis (o liberación) y de alivio emocional. Duele, por supuesto que duele, y necesitamos decirlo.
En ocasiones, necesitamos expresarle a alguien más cómo nos sentimos, cuánto nos duele el que ya no esté con nosotros haciéndonos compañía. Si bien nadie cuenta con palabras mágicas que aliviarán o harán desaparecer por completo nuestro pesar, el cuidado y la consideración de los demás nos asegura que no es necesario que nos lamentemos solos. Saber que otros han luchado contra pérdidas similares hace que nuestro propio dolor sea más fácil de soportar.
Fases del proceso de duelo
Si bien cada uno vive un proceso de duelo de manera diferente, existen cinco fases del duelo que no necesariamente se dan en orden, pero sí todos experimentamos ante una pérdida significativa como la es de nuestro amigo peludo.
Corresponde a la primera reacción luego de que nuestra mascota ya no está con nosotros. Su partida provoca un dolor tan profundo que negamos que ella no vaya a volver nunca y no estará más a nuestro lado, por lo que necesitamos tiempo, comprensión y amor para asimilar esta nueva realidad
La negación es un mecanismo de defensa que se activa en nuestra mente para protegernos del dolor y el sufrimiento.
Ante la certeza de que ya no hay nada que podamos hacer, surge una sensación de profunda frustración que da como resultado rabia, enojo e ira. En esta etapa, muchas veces se intentan buscar culpables o incluso responsabilizarnos a nosotros mismos por lo sucedido.
Se intenta dar una explicación lógica que aminore nuestro sentimiento de dolor, pensar qué podríamos haber hecho para que la situación hubiese evitado la muerte de nuestra mascota. Mediante esto, se pretende tener control sobre lo sucedido y así el sufrimiento interno sea más llevadero.
Una vez que asumimos el fallecimiento de nuestro compañero, llega la fase de la depresión. Aquí somos capaces de comprender que ya no está con nosotros y es esa la razón por la que sentimos el vacío que deja su muerte. En esta etapa, estamos conectados con el momento presente, ya no con lo que pudo haber sido ni con lo que pasará. Cuando se habla de depresión, no nos referimos a un trastorno depresivo, sino a una etapa transitoria de dolor, necesaria para superar y afrontar lo sucedido.
En esta última etapa, seremos capaces de aceptar la muerte de nuestra mascota. A partir de este momento, deberemos aprender a vivir sin nuestro amigo y adaptarnos a esta nueva realidad.
Si sientes que ha pasado un largo tiempo luego del fallecimiento de tu mascota y tienes síntomas que interfieren en tu vida diaria que no te permiten realizar las actividades cotidianas que antes hacías con facilidad, es probable que necesites ayuda de un profesional de la salud. Por eso, en Psicólogos y Bienestar, nuestros profesionales están capacitados para acompañarte en este proceso de duelo y entregarte la contención y asistencia especializada que requieres.
Bibliografía
Guía para ayudarnos cuando muere una mascota. (2020). Extraído el 10 de septiembre de 2021 de: http://www.evetclinicaveterinaria.es/una-guia-para-ayudarnos-cuando-muere-una-mascota/
Kowalski, G. (2008). Adiós, Toby: Cuando una mascota muere. (3° ed.). Editorial Plataforma.
Sánchez, A. (2018). Cómo afrontar el duelo tras la pérdida de tu mascota. Extraído el 10 de septiembre de 2021 de: https://www.lavanguardia.com/vivo/20180509/443214192803/afrontar-duelo-perdida-mascota.html
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