La ansiedad, uno de los principales efectos de la pandemia

A medida que la pandemia ocasionada por el COVID-19 continúa afectando el diario vivir a lo largo de todo el mundo, muchas personas han comenzado a experimentar sensaciones de miedo y ansiedad, pero… ¿Qué entendemos por miedo o ansiedad? El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente real o percibida, mientras que la ansiedad es la respuesta a la anticipación de esa amenaza futura.

En situaciones estresantes como la que vivimos actualmente (una pandemia), los trastornos asociados a la ansiedad pueden afectar significativamente a las personas.

Como resultado del creciente número de casos y fallecimientos, la población ha estado experimentando una gama de problemas y síntomas psicológicos; entre ellos, ansiedad, depresión y estrés. Esto no es extrañar, ya que muchos estudios demuestran que las tragedias masivas, particularmente las que involucran enfermedades infecciosas, a menudo desencadenan olas de miedo y ansiedades intensas que causan interrupciones significativas en el comportamiento y en el bienestar psicológico de las personas.

La pandemia del COVID-19 ha cambiado la vida de muchas personas y, en particular, sus costumbres diarias. Ha traído: incertidumbre, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social y temor a enfermarse. Esta situación se agrava ante el desconocimiento de cuánto tiempo durará la pandemia, y qué puede traer el futuro.

Es importante poder identificar las situaciones o factores que nos pueden llevar a sufrir ansiedad, cualquier persona está expuesta a poder padecer este trastorno, por lo que es muy importante tratar de evitar cualquier situación que nos desfavorezca. Entre los factores que pueden provocar la ansiedad, se encuentran:

• Miedo al contagio: Esto se ve reflejado principalmente en las personas que presentan alguna enfermedad de base como diabetes, hipertensión u otra enfermedad de riesgo que podría implicar la muerte. A su vez, existe el miedo a contagiar a los familiares cercanos.
• El confinamiento: Las largas cuarentenas pueden ser un motivo de mucho estrés para las personas.
• Incertidumbre: Miedo al no creer contar con los suministros de alimentos y medicinas básicas ante un posible desabastecimiento debido a las cuarentenas u otro cambio radical en la rutina, esta situación puede ser un desencadenante importante de ansiedad.
• Sentimientos de frustración: La obligación de mantenerse en casa, el bloqueo de las actividades sociales y planificaciones canceladas debido a las medidas sanitarias, pueden llevar a manifestar estos sentimientos. A la vez el confinamiento y el aislamiento social conlleva al aburrimiento, el cambio repentino de la rutina en el ámbito laboral y social puede ser muy dañino para muchas personas.
• Sobreexposición a medios de información y redes sociales: Frecuentar durante muchas horas medios de comunicación y redes sociales, suelen generar una sensación de intranquilidad y angustia en la población, lo cual puede terminar generando un daño psicológico importante en las personas.

Consejos para disminuir la ansiedad.

• Mejorar los sistemas de apoyo social (familiares y amigos), acudir a ellos para expresar lo que sientes. ¡Sentirse triste y decaído (a) es entendible en estos tiempos, exprésalos!
• Crear una rutina diaria, incorporando tareas y tiempos de ocio.
• Tratar de mantener o adquirir hábitos saludables, como dormir las horas adecuadas, alimentación y ejercicio.
• No te excedas con el consumo de alcohol u otras sustancias que alteran tus sentidos y no te extralimites con los medicamentos y por ningún motivo te automediques.
• Evaluar la precisión de la información, evita consumir información excesiva y maliciosa sobre la pandemia. Elige horarios de consumo de información y prefiere a medios serios y confiables.
• Eliminar el estigma asociado con la pandemia. Se neutral y objetivo, deja de lado las conjeturas sobre el escenario actual y evita el pesimismo.
• Acude a orientación psicológica, la ayuda psicológica es de vital importancia en cualquier momento o situación.

Cada persona reacciona de modo distinto ante el impacto psicológico provocado por la pandemia. El distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento, traen consigo una serie de reacciones psicológicas que las personas pueden experimentar en relación con su propio estado de salud. La aparición de esta situación nos ha abierto los ojos y nos ha hecho aprender sobre la importancia de la orientación psicológica. Por esto y más, recomendamos ampliamente a todas las personas que no teman expresar sus sentimientos. Tampoco que se aíslen emocionalmente ante esta terrible situación.

REFERENCIAS

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